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Ansiedad

Todos sabemos y hemos leído multitud de veces que la ansiedad y el miedo son respuestas adaptativas del ser humano. Crean un estado de activación fisiológica que nos ayuda a enfrentarnos a los peligros. Pero, ¿y cuándo lo que interpretamos como peligroso no lo es, o no lo es tanto como creemos?, en estos casos estamos hablando de miedos irracionales, es entonces cuando la ansiedad se convierte en un problema, y de ahí, surgen los distintos problemas de ansiedad:

Fobias específicas: Cuando nuestro temor a alguna situación, objeto o animal es excesivo. Se llama fobia específica porque el miedo queda bien limitado a alguno de esos elementos. Ejemplos: miedo a las alturas, a la sangre, a las arañas, a las tormentas…

Trastorno de Pánico: La persona comienza a temer sus propias sensaciones, las interpreta de un modo catastrófico, pensando que le va a dar un infarto, se va a morir, a volverse loco, a desmayarse y caerse… Cuando el miedo se va generalizando a ciertas situaciones y la persona comienza a evitarlas se habla de agorafobia y, de esta manera, podrá dejar de ir a centros comerciales, autobuses u otros medios de transportes, bares o restaurantes, lugares con mucha gente o con poca “escapatoria”…

Hipocondría: Como en el caso del T. de Pánico, en la hipocondría la persona también interpreta ciertas sensaciones o señales corporales como peligrosas pero en este caso el miedo es más a medio y largo plazo. Tener o desarrollar ciertas enfermedades como cáncer o sida son preocupaciones típicas en este problema.

Ansiedad o fobia social: La persona siente miedo o vergüenza excesiva cuando tiene que “enfrentarse” a ciertas situaciones sociales. Teme la evaluación negativa de los demás, lo que van a pensar de él. La fobia social puede limitarse a escasas situaciones, como por ejemplo a hablar en público, o puede ser más amplia, llegando a limitar en gran medida la vida de la persona.

Trastorno Obsesivo – Compulsivo: Pensamientos intrusivos de carácter negativo todos tenemos pero, a veces, nos hacen sentir miedo y deseamos que se vayan, podemos hacer cualquier cosa para eliminarlos (rituales) pero, con frecuencia, se resisten.

Estrés postraumático: El recuerdo de ciertas situaciones traumáticas (atentados, atracos, violaciones…) puede producir una gran cantidad de ansiedad y la consiguiente evitación de cualquier estímulo relacionado con ello.

Ansiedad generalizada: Todos, en alguna medida, hemos aprendido a preocuparnos, pero en ocasiones las preocupaciones pueden convertirse en causa de dolor y malestar. Las personas con ansiedad generalizada tienden a preocuparse continuamente por varias cuestiones, por ejemplo, los hijos, el trabajo, la economía familiar…

Aunque todos estos problemas tienen nombres distintos, en realidad comparten lo más importante : La ansiedad. En todos ellos pueden aparecer sensaciones como tensión, taquicardia, sudoración, molestias digestivas, ahogo, mareo, presión en el pecho, temblor, etc. Además, en todos aparecerán temores y, por supuesto, conductas evitativas de dichas situaciones temidas

Tener ansiedad no es raro, tener un problema de ansiedad tampoco. Hemos aprendido a tener miedo y hemos de desaprenderlo. Lo que hace que la ansiedad se mantenga y se resista a abandonarnos es algo muy estudiado en la psicología. Cuando las personas vienen a terapia, aunque dicen querer deshacerse de su ansiedad, suelen estar haciendo todo lo posible para alimentarla. Es lo que han aprendido, lo que les han dicho, pero; ¿y si lo que ellos hacen para solucionar su problema es la mejor manera de asegurarlo?.

La terapia que realizamos para la ansiedad es realista y abandona la dirección de las terapias clásicas ,quizá el 80 % de los psicólogos siga con los modelos tradicionales, basados en el modelo médico y dispuestos a luchar contra los “síntomas” de la ansiedad (pensamientos y sensaciones). Las nuevas terapias cognitivo conductuales llevan funcionando en EEUU desde los 90, han entrado con gran fuerza en España y están validando su eficacia en multitud de estudios. Aprovechamos todo el saber clásico, todas las estrategias eficaces y las introducimos en un contexto más humano, más racional y más eficaz; el de los nuevos modelos terapéuticos.